Este animal
siempre ha sido considerado por las personas como un ser despreciable. Ya en la historia antigua se creía que
los perros perdían la voz y los sentidos cuando estaban cerca de una hiena. Los
Árabes decían que quién comía los sesos de una hiena se volvía inmediatamente
rabioso.
Sin
embargo, como todo animal, la hiena tiene su papel en la naturaleza: limpiar
los lugares donde hay restos de animales muertes que podrían causar infecciones
peligrosas si se quedasen allí. Gracias a la fuerza de sus dientes, las hienas
pueden masticar los huesos más duros que han sido abandonados por otros
animales carnívoros. Gracias a su olfato puede detectar a gran distancia la
presencia de un animal muerto en fase de descomposición.
Si
no encuentra carroña, mata y come animales indefensos. Es muy cobarde - solo
caza en manada y la presencia de un solo perro pastor con un rebaño de ovejas
es capaz de hacer huir a toda una manada de hienas. Sale a buscar comida por la
noche.
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